Educación que transforma vidas

Una exitosa primera experiencia en SKBergé dio paso a un completo programa de educación liceo-empresa a través de la Fundación Chile Dual, que trabaja con 14 liceos y 9 compañías en todo Chile.

septiembre, octubre 2019

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  • Una exitosa primera experiencia en SKBergé dio paso a un completo programa de educación liceo-empresa a través de la Fundación Chile Dual, que trabaja con 14 liceos y 9 compañías en todo Chile.

    Empleabilidad es el eje del trabajo que realiza la Fundación Chile Dual, que vincula a empresas con liceos técnico profesionales para mejorar la formación de jóvenes vulnerables y generar cambios de trayectoria en sus vidas.

    La Fundación nació al alero del grupo Sigdo Koppers, que el año 2010 empezó una experiencia de educación dual como respuesta a la necesidad de encontrar trabajadores altamente capacitados en el aspecto técnico, pero que también se comprometieran con su trabajo y contaran con las habilidades blandas que se requerían. “Nosotros no estamos haciendo un favor, sino que hay una necesidad real cuando empiezan a bajar las tasas de desempleo y te cuesta encontrar gente que realmente conecte con la empresa, con lo que ésta necesita, y que quiera pertenecer a ella”, explica Francisco Errázuriz, gerente general de SK Comercial y cofundador de Chile Dual.

    Tras algunas experiencias de ensayo y error, la compañía inició un programa de educación dual con el Liceo A-38 de Recoleta que dio excelentes resultados. “Lo que hicimos fue básicamente tomar un modelo que existe en Alemania, Suiza y países vascos y nórdicos, y lo adaptamos a la realidad chilena”, explica Errázuriz.

    Sinergia donde todos ganan

    El programa mostró impactos positivos en muchos ámbitos, más allá de lo esperado, y creó una sinergia donde todos ganaban: alumnos, profesores, apoderados, colegio, trabajadores y empresa. “Adaptamos un modelo que existe a una realidad local. Si el modelo alemán lo que busca básicamente es garantizar calidad técnica, en el modelo nuestro, a la calidad y la pertinencia, aunque son un eje muy importante, le agregamos un eje adicional que es la vulnerabilidad. Cómo podemos transformar trayectorias de jóvenes vinculando a liceos con empresa, y haciendo que el aprendizaje sea pertinente. Esto parte de nuestro interés como empresa, no es ayudar y nada más”, agrega el ejecutivo.

    Andrea Garrido es la directora ejecutiva de la Fundación, y complementa: “Este programa, más que atender a un cierto paternalismo, asistencialismo o RSE, atiende a una condición estratégica de la empresa. En el fondo, es mantener su estructura operativa funcionando, porque a la empresa le costaba mucho capacitar a gente para que estuviera en los talleres dos meses y al tercer mes se fuera al norte a trabajar a la minería”.

    Errázuriz apunta que lo que se busca es una conexión profunda entre liceo y empresa, que asegure un aprendizaje significativo y pertinente que sea de verdadero provecho para el futuro de los jóvenes y también para el negocio. Sin embargo, las brechas más importantes que se cierran no tienen que ver con lo técnico sino con las habilidades blandas, como confirma el ejecutivo: “La misma práctica de trabajo en la empresa desarrolla ese tipo de aprendizaje: trabajo en equipo, responsabilidad, compromiso, comunicación efectiva, respeto a la autoridad, flexibilidad, aprendizaje continuo, pensamiento crítico”.

    Más empresas, liceos y especialidades

    El programa partió en SKBergé con mecánica automotriz y, dados los buenos resultados, a poco andar se amplió a otras empresas del grupo, liceos y especialidades. Así fue cómo surgió la necesidad de crear una instancia especializada y nació la Fundación, que hoy trabaja con 14 liceos en todo Chile, 9 empresas: Nestlé, Enaex, SKBergé, SK Comercial, Ingeniería y Construcción, Aguas Araucanía, Corporación de Empresas del Maipo, CGE y Banco de Chile; y 7 especialidades. Solo en SKBergé tienen 3 programas duales con 120 alumnos.

    Chile Dual asesora y acompaña a las empresas y liceos para que la implementación de la estrategia dual sea aplicada con altos estándares de calidad, y que la experiencia que tenga el alumno dentro de la empresa sea pertinente y garantice aprendizaje. El modelo tiene dos ejes principales: el maestro guía, un colaborador de la empresa que se convierte en el tutor del alumno, al cual se le capacita y entregan herramientas para desarrollar esta función; y los planes de aprendizaje, donde se identifica todas las materias que el alumno puede ver en esa empresa y determinar qué actividades realizará y qué áreas de la empresa participan, de manera que los tutores tengan muy claro qué hacer con ese alumno durante su permanencia en la empresa.

    Para Andrea Garrido, en la Educación Media Técnico Profesional es donde se encuentran los problemas más urgentes de resolver, por lo que es el sector al que se aboca Chile Dual: “En general, cuando hablamos de educación técnica, siempre la discusión se centra en los centros de formación técnica y los institutos profesionales. Pero lo que uno ve es que los liceos técnico profesionales están absolutamente desarticulados con el sector productivo. Cuando se observan las mallas curriculares o incluso cuando se ven las propias instalaciones de los colegios, la tecnología que hay, los procesos y lo que se está enseñando, está a años luz de lo que está pasando en la industria o la empresa, y eso se ve reflejado en bajas tasas de titulación. De los alumnos que estudiaron una determinada especialidad en 3° y 4° medioen un liceo, solamente el 50 o 55% tiene el título. El requisito para poder obtener tu título es que hagas una práctica profesional y, como los liceos no están conectados con el sector productivo, los alumnos no consiguen prácticas”.

    A eso se agrega el hecho de que alrededor de un 45% de los jóvenes en Chile estudia en un liceo técnico, pero solo una parte de estos establecimientos tiene un sistema dual, cuyo objetivo es precisamente compensar la brecha entre lo que el mercado laboral requiere y lo que los alumnos aprenden durante su formación.

    “A eso le sumamos que el índice de vulnerabilidad escolar promedio de los liceos técnicos está en torno al 80%. La educación técnica de nivel medio en este país hoy tiende a los quintiles más vulnerables de la población, que en el fondo son jóvenes que están en el borde de llegar a ser ninis el día de mañana si no le dan un sentido a la educación que están teniendo. Y tienen un perfil de querer aprender haciendo. Necesitan generar recursos rápido. La educación media técnico profesional lo que hace es reconocer que no todos aprendemos de la misma manera, porque la formación científico humanista es muy de pizarrón, de salón, académica; pero en la técnico profesional al alumno le gusta hacer, estar en los talleres, y muchas veces hemos visto que alumnos que en los colegios no brillan, con esta experiencia en la empresa desarrollan todo el potencial que tenían”, dice Garrido.

    Cambios de vida

    Francisco Errázuriz se emociona con algunas experiencias que le ha tocado presenciar, verdaderas transformaciones en la vida de un joven que, a la vista de una oportunidad, comienza a soñar con un futuro que antes no imaginaba porque se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad. “Con nuestros programas buscamos dar herramientas de empleabilidad; hemos visto un aumento en el índice de titulación, una mayor continuidad de estudios e inserción laboral temprana”, dice. La directora de Chile Dual aporta los datos: el 90% de los participantes del programa el año 2015 se encontraba en condición de trabajo y/o estudio, y las tasas de titulación son del 100% porque el proceso dual acorta su práctica de 450 a 240 horas, lo que agiliza su egreso.

    Además, el programa mide 3 indicadores relacionados con los alumnos: notas, asistencia y anotaciones negativas, y todos mejoran al poco tiempo de empezar la experiencia en la empresa. A través de encuestas se recogen las percepciones de profesores y apoderados, quienes dan cuenta de avances sumamente positivos en actitudes, responsabilidad, compromiso y entusiasmo de los estudiantes.

    Hasta este año, 500 alumnos han pasado por los programas de la Fundación Chile Dual en las diferentes empresas, y para 2018 el número aumentará a 892.

    Nueva normativa

    El sistema dual existe en Chile desde 1995, con dispares resultados, como señala Garrido: “Partieron siendo 12 liceos en 1995 y hoy hay más de 200 que tienen formación dual, pero ese número esconde hartas realidades, y la mayoría de ellas son experiencias de pésima calidad, donde los liceos se vinculan a empresas chicas sin ningún tipo de procedimiento ni se requiere mano de obra tan calificada, y los alumnos terminan haciendo tareas menores que no aportan”.

    Sin embargo, este año entró en vigencia una normativa que reglamenta este tipo de estrategia formativa y establece claramente derechos y deberes tanto de empresas como de liceos. Implica hacer inversiones para adecuar talleres y aulas, lo que ha significado que algunos participantes se resten del sistema.

    Pero para Errázuriz, pese a que este tipo de programas despiertan prejuicios, la experiencia ha mostrado que son fáciles de implementar, no son caros, no disminuyen la productividad sino que al contrario, y el clima laboral mejora mucho porque se desarrollan estrechas relaciones de empatía entre los maestros guías y los jóvenes, reviviendo la antigua tradición de maestroaprendiz. “Nuestra visión es mirar a la empresa como protagonista de procesos de formación y transformación de jóvenes vulnerables. Necesitamos vincular el sistema educativo con la empresa para que sea pertinente, asegure calidad y muchas otras cosas, y conectar las habilidades y sueños de jóvenes vulnerables con las necesidades y oportunidades que pueden dar las empresas”, concluye.





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