Equipo Revista Mirada FEN

“No podemos pensar en crecer de manera sustantiva sin incorporar inteligencia artificial en nuestro desarrollo”

Directora de empresas y especialista en IA, María Francisca Yáñez plantea que la inteligencia artificial ya es una tecnología esencial, comparable con la electricidad o Internet. En esta entrevista, analiza su impacto transversal, destaca la urgencia de formar habilidades en todos los niveles y subraya la necesidad de políticas éticas claras.

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  • La inteligencia artificial es parte de la vida actual y sus usos, prácticamente infinitos. Tiene un potencial de impacto en el crecimiento económico muy importante, y empresas y personas que saben aplicarla tienen una ventaja en eficiencia que no se puede dejar pasar. María Francisca Yáñez, directora de Coca Cola Andina, Orion, iData y Conecta Logística se ha especializado en el tema, y en esta entrevista habla de beneficios, riesgos y recomendaciones para adentrarse con confianza en el mundo de la IA.


    -¿Cuál es el estatus hoy de la IA?
    -Es una transformación tan profunda que la inteligencia artificial está llegando a todas las industrias, a todos los tamaños de empresas, organizaciones públicas, privadas, academia, y también de distintas áreas, por lo que me parece super transversal. Yo no tomo la inteligencia artificial solamente desde lo técnico o tecnológico, sino que pienso más bien qué impacto positivo puede generar en nuestra sociedad y en las compañías. Me gusta mucho más, por ejemplo, el enfoque que el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia) junto a la Sofofa han dado para sus estudios de IA.


    Ellos muestran que, en Chile, el sector público, las pymes y la educación son los sectores económicos donde el impacto de incluir inteligencia artificial en los trabajos podría ser mayor.


    Entonces, como decía, me gusta mucho más pensar dónde se puede generar más, pero la verdad es que me cuesta pensar algo donde no impacte. Pensemos esto como en su momento fue la electricidad: ¿hay alguna organización que pueda hoy funcionar sin electricidad? También pienso lo que nos pasa con Internet: si hay un corte de internet en una oficina, la mayoría de las personas se irá a su casa o a otro lugar a trabajar porque es ya una tecnología esencial.


    Creo que esa es la transformación que estamos viviendo con la inteligencia artificial, es de esas tecnologías esenciales de base y un potencial para todos.


    -¿Cómo iniciarse en inteligencia artificial?
    -La oportunidad de aprender y adoptar inteligencia artificial es general, porque no es necesario ser tecnológico o técnico para poder adoptarla, sino que la llave para destrabar el valor de la inteligencia artificial es el lenguaje. La forma de comunicarnos hoy hacia la inteligencia artificial generativa es el lenguaje, por lo tanto, todos tenemos esa posibilidad, eso es muy bonito.


    -¿Qué ejemplos de buenas aplicaciones puede compartir?
    -Ejemplos públicos hay muchos. Hay toda una línea que es embeber inteligencia artificial a un producto digital que ya existe y es conocido masivamente. Voy a poner un ejemplo de los más masivos que hay: ahora WhatsApp tiene embebido un asistente de inteligencia artificial. Otro ejemplo muy masivo es de Microsoft, que conozco mucho porque trabajé ahí cuatro años, que embebe inteligencia artificial en Outlook, Office, Excel, Word, Power Point, y crea entonces un concepto que se llama Copilot, que básicamente es un botón que llama al asistente o agente de inteligencia artificial dentro de una herramienta que tú ya conoces. Es una línea estratégica muy fuerte y los casos de uso son infinitos. 


    Por mencionar otro ejemplo que tengo presente es el de supermercado Líder, que puso en su página web un asistente de inteligencia artificial que te recomienda los productos para tu carrito de compra y te los despacha a tu casa. 


    En educación hay muchos ejemplos muy inspiradores respecto de cómo la inteligencia artificial se puede transformar en un tutor personalizado en tu proceso de aprendizaje; muchas veces la gente no se atreve a hacer preguntas en una clase cuando hay muchas personas, mientras que un asistente inteligencia artificial te puede ayudar a estudiar a tu propio ritmo y con la forma en que tú aprendes.


    Hay otro proyecto que también hicimos en Chile muy bonito que se llama Innova XD, donde, usando inteligencia artificial generativa, se “tradujeron” noticias positivas de El Mercurio a lenguaje de niños, para ser utilizadas en la sala de clase. Los colegios están usando mucho esta herramienta. 


    -¿Cuáles son actualmente las brechas para una adopción más masiva por parte de las empresas? 
    -Los estudios internacionales muestran que el principal stopper de adopción es la falta de capacidades o skills humanas para aprender y trabajar con inteligencia artificial. Por lo tanto, a mí me parece que la mayor inversión, la que tiene un retorno más seguro y sustentable, es formar las habilidades que todos necesitamos para adoptar inteligencia artificial y traer valor. Mi visión personal es que lo que tenemos que hacer las empresas es formar habilidades en toda la organización. Estoy hablando de los directorios, los gerentes, jefes, supervisores, y también los equipos operativos. ¿Por qué? Porque cuando toda la organización aprende, primero, posicionamos una cultura de aprendizaje continuo, que es clave en la era de la inteligencia artificial. Por otro lado, cuando toda la organización aprende, incluidos los equipos de operación que entienden los procesos productivos, pueden embeber inteligencia artificial en los procesos o desafíos laborales que conocen muy bien. Ese match entre el conocimiento de industria, específico de la operación o de la empresa, más la inteligencia artificial, realmente puede llevar a las compañías al siguiente nivel. 


    -¿Las empresas van por ese camino?
    -Absolutamente, aunque todavía creo que tiene que intensificarse más, pero veo muchas compañías movilizadas con esto y creo que hay una demanda muy alta por aprender, lo que es muy positivo. Todavía falta, tenemos que asumir que las personas ya no vamos a la universidad y después estamos toda la vida trabajando y produciendo, sino que hay que posicionar el concepto de que aprender es parte del trabajo. El World Economic Forum habla de lifelong learning, y eso no quiere decir ir a aprender en la noche o sacrificando las horas de mis hijos o mi familia, sino que destinar horas laborales, de las 40 horas que tenemos a la semana, para aprender.


    -¿Qué pasa con los riesgos de la IA?
    -Hay que hacerse cargo de los riesgos, no podemos pensar que el mundo es rosa y que no existen riesgos. Hay varias cosas que pueden hacer las empresas para identificarlos, reconocerlos y, por supuesto, mitigarlos. En ese sentido, existen recomendaciones bien concretas; por ejemplo, tener herramientas de inteligencia artificial corporativa, evitando utilizar las gratuitas para data sensible o estratégica de las compañías, porque puede ser utilizada para mejorar el modelo. Por lo tanto, para todo lo que es uso sensible, tenemos que tener herramientas corporativas de inteligencia artificial, esa sería una recomendación muy concreta, y hay varias varias disponibles en el mercado. Por ejemplo, todas las licencias de Microsoft incluyen inteligencia artificial en modo Copilot, por lo menos las versiones iniciales, de manera gratuita y con toda la protección de datos personales y de ciberseguridad. Así, no necesariamente esto significa una inversión adicional de dinero, simplemente creo que hay que identificar muy bien cuáles son los activos tecnológicos que tienen las compañías y qué opciones tienen para darle una inteligencia artificial segura a sus trabajadores.


    Luego, creo que es muy recomendable tener una política de inteligencia artificial, que no tiene que ser una política extensa ni burocracia, pero sí tener principios, porque la inteligencia artificial hoy día, y por bastante tiempo creo que va a seguir así, no va a ser regulada y la regulación siempre va a ir más lento que la tecnología. Entonces las compañías tenemos que acordar ciertos principios de cómo vamos a utilizar inteligencia artificial, para qué casos, en qué casos no la vamos a utilizar y cómo vamos a hacer la combinación de talento humano con inteligencia artificial. Todo eso hay que plasmarlo en una política reconocida y comunicada a toda la organización.


    También es una recomendación tener un gobierno para la inteligencia artificial; en las compañías más grandes ver cómo se va a abordar a nivel de directorio, si el directorio completo o un comité de inteligencia artificial dentro del directorio; cómo van a participar los gerentes. Ese gobierno de inteligencia artificial tiene que hacerse cargo y responsable de los riesgos. 


    Creo que hay que avanzar mucho más rápido, el mundo está avanzando muy rápido en esto, a una velocidad que probablemente nunca habíamos visto antes en desarrollo y en transformación, por lo tanto, hay que acelerar, porque sabemos que un gran desafío es el crecimiento económico de Chile y, en la era de la inteligencia artificial, no podemos pensar en crecer de manera sustantiva sin incorporar inteligencia artificial en nuestro desarrollo.


    -¿Compartes la visión del CENIA acerca del potencial de la IA para el crecimiento del país y el desarrollo de industrias?
    -La comparto totalmente. Ellos hicieron una estimación muy interesante acerca de que la incorporación de inteligencia artificial para Chile significaría un aumento del 12% del PIB, lo cual, para los grandes desafíos de crecimiento que tenemos, es un potencial que no podemos dejar sobre la mesa. 


    -¿Cuáles son las habilidades más importantes que hay que desarrollar para trabajar con IA? 
    -Hay una frase muy cliché, pero creo que es muy decidora, que dice que la inteligencia artificial no te va a quitar tu trabajo, quien sí te va a quitar tu trabajo es una persona que sepa de inteligencia artificial. Nosotros como personas no podemos dejar de aprender y de tomar esta oportunidad. Hay un documento muy bueno que se llama Future of Jobs del World Economic Forum, que habla de cuáles son las capacidades clave, y una capacidad estructural para toda profesión es lifelong learning, es decir, capacidad para aprender siempre, además de las habilidades técnicas.


    A mí me gusta mucho decir también que este cambio de mindset significa mirar a la inteligencia artificial como parte de nuestro equipo de trabajo, es como un compañero más. Esto quiere decir saber delegarle a la inteligencia artificial, saber cuándo no delegarle, saber identificar sesgos, y eso quiere decir una transformación de mindset para permitir que la inteligencia artificial realmente sea parte del equipo. Es un proceso que se hace de manera continua.


    También me parece que hay otra característica o competencia que es muy importante que son los modelos colaborativos. Estoy hablando de que, en la mayoría de los casos, estamos mucho más orientados a la competencia, y esta era es tan rápida que requiere más modelos colaborativos de negocio. Si miras lo que ha pasado con OpenAI, Microsoft o el lanzamiento de Stargate, te das cuenta de que los negocios o proyectos hoy día pueden avanzar mucho más rápido si hay modelos colaborativos detrás.


    Por lo tanto, una capacidad que todos tenemos que aprender es cómo colaboramos entre personas, personas con inteligencia artificial, entre empresas, con la academia, con el sector público, para poder realmente capturar el valor de esta era y además tener la velocidad que se necesita.


    -¿Cómo deberían las universidades asumir esta tarea? 
    -Creo que los modelos educacionales en la universidad, en los institutos y también en los colegios están desafiados por esta revolución de la inteligencia artificial. En Estados Unidos en los últimos años cierran del orden de 50 universidades por año por falta de demanda, y eso es porque el mercado se ha movido mucho más a estudiar microcredenciales, a hacer un bootcamp y procesos más cortos. Hay una transformación grande de cambiar este objetivo de antes que era un diploma; ahora no hay un objetivo final, esto se ha transformado en un viaje de aprender siempre. Por eso, entonces, los programas van a ser más cortos y van a incluir inteligencia artificial, pero también tienen que hacerse cargo de todas las capacidades de pensamiento crítico. 


    Hay grandes desafíos respecto a cómo también la educación se transforma en esta era y no lucha contra la inteligencia artificial, sino que la llama a sumarse como un integrante más del proceso educativo. 


    -¿Hacia dónde cree que va avanzando la inteligencia artificial? 
    -Yo creo que está avanzando en todas direcciones porque no es un avance lineal, sino que tiene una velocidad y una escala tan amplia que es en todas las direcciones, como algo más 360°. Y diría más: las grandes tecnológicas también están invirtiendo mucho esfuerzo en computación cuántica y lo que se está empezando a ver es que la combinación de computación cuántica con inteligencia artificial puede traer un impacto muy amplio para resolver grandes problemas. Por lo tanto, lo que estoy viendo es que los cambios se van a acelerar aún más y probablemente sean a escalas aún mayores. 


    -¿Cómo ve que avanzan las consideraciones éticas?
    -Hay un proceso de maduración más lento, pero me parece fundamental y, por lo tanto, cuando hablábamos de las políticas de inteligencia artificial que debiéramos tener en las organizaciones, creo que la dimensión ética es fundacional en esas políticas, y todos como sociedad estamos llamados a abordarlo. Pero es un aspecto que tiene un ritmo distinto y es desafiante cuando los ritmos de las cosas se separan. Ahí sí que el rol humano es realmente fundamental y no es delegable a las máquinas. 





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